04 agosto 2009

El papel del intelectual. Sobre Edward W. Said

Hola!

El domingo me compré en el mercado de Sant Antoni en Barcelona este libro de Edward W. Said, una serie de conferencias que dictó en la BBC en 1993 sobre lo que el título indica.

Mi primer contacto con Said fué hace ya bastante años, antes de su muerte en 2003, y consistió en la lectura y análisis de un excelente artículo: Barbarians at the Gates. En el mismo, lamentablemente, ya se advertía de lo que podía pasar -y pasó; las torres gemelas de Nueva York, por ejemplo- si se mantenía la política de agresión constante hacia los países árabes por parte del entonces gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica comandado por el Bush. Quiero aprovechar para decir que no todos los norteamericanos son como Bush, eh? Ni mucho menos. Y un ejemplo es el propio Said. Palestino de origen y formación inicial, posteriormente vivió, trabajó y escribió sus principales obras en el país del hemisferio norte americano, entre otras, la fundamental "Orientalismo" y "Cultura e imperialismo". Digo que fundamental para los que nos interesa todo lo relacionado con la cultura, la transculturalidad y la problemática política (y, lamentablemente, violenta) del enfrentamiento entre opciones de vida diferentes que alimentaron salvajemente líderes como el ya citado Bush, Aznar y Blair y que desencadenó la invasión de Irak y las tremendas consecuencias que seguimos viviendo. Me refiero, por supuesto, a los atentados de Madrid, pero también a los de otras partes del mundo y a la violencia constante en Gaza, el propio Irak, Afganistan... Bueno, qué os voy a contar que no sepáis!!!

En fín, a lo que iba. Said era un intelectual en toda la amplitud de la palabra. Este concepto está quizás un poco descafeinado en la actualidad. Quizá lo asociamos a un elitismo propio todavía de la Ilustración (¡y ya estamos en la Postmodernidad!!!) que se aleja de realidad social y de los problemas e inquietudes de la gente de la calle. Sin embargo es posible que si los poderosos hicieran algún caso, alguna vez, a algunos intelectuales, algunas cosas del mundo que nos rodea cambiarían. Y en eso también podemos hacer algo los que nos dedicamos a la investigación, a la discusión constructiva, al diálogo productivo. Quizá revindicando de tanto en tanto -como ahora mismo hago yo humildemente- la figura del intelectual. Al final un intelectual es alguien que usa el intelecto para determinados fines, no? Y no creo que eso tenga nada de malo, así hablando en términos morales, éticos o políticos, no? Pero como el palestino-norteamericano lo explica muuuuuuucho mejor que yo, os copio alguna cosa que me he ido subrayando en el libro y que me está llamando la atención. Y que fundamenta un alejamiento de una figura que amenza eso, el intelecto: el planfletario. El planfeto está muy bien para la movilización y la lucha política. Pero basar toda la actividad del intelecto en la repetición a-crítica de planfetos me parece muy peligroso, especialmente cuando se está convirtiendo en práctica común y los panfletarios van de intelectuales meapilas...

¡Hasta luego!!!

Josep

"Una de las tareas del intelectual consiste en el esfuerzo por romper los estereotipos y las categorías reduccionistas que tan claramente limitan el pensamiento y la comunicación humanos" (pág. 13).

"Las culturas están demasiado entremezcladas, y sus contenidos e historias son demasiado interdependientes e híbridos, para someterlas a operaciones quirúrgicas que aislen oposiciones a gran escala, básicamente ideológicas, como 'Oriente' y 'Occidente'" (pág. 14).

"El intelectual apela a un público -no lo flagela- tan amplio como sea posible, que constituye su audiencia natural" (pág. 15).

"Los intelectuales no tienen por qué ser plañideras amargadas" (pág. 19).

"No existe algo así como un intelectual privado, puesto que desde el momento en que pones por escrito determinadas palabras y las publicas has hecho tu entrada en la esfera pública" (pág. 31).

"... como un ser humano falible y no como un predicador monótono y moralizador" (pág. 33).

9 comentarios:

  1. Agregaría que el papel de los intelectuales tampoco es dar las respuestas a las grandes decisiones, sino fomentar los diálogos y participar en ellos, junto con todo implicado en dichas decisiones: políticos y ciudadanos.

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  3. Y agregas bien, en mi opinión...

    ;-)

    Respeto y aprecio enormemente la "Folk Psychology". A este respecto hay algunos libros de Jerome Brunner que aportan ideas interesantes. Hoy, precisamente, discutía con un compañero de sindicato sobre la psicología popular de la gente común. De alguna forma ha salido a relucir nuestra época de lucha política contra la dictadura franquista. Es cierto que, además de alguna ostia y algunas horas encerrados e interrogados en la GDP (Dirección General de la Policía), adquirimos algunas experiencias interesantes... Pero eso no nos da ningún valor añadido (en mi opinión) respecto a las personas que han (habéis) nacido en democracia. La cultura cambia muuuuuuy lentamente. No cambia de una generación a otra, excepto en casos de revoluciones o similares. Los cambios se dan poco a poco y todas y todos estamos legitimados (por decirlo así) para colaborar en algo que puede ser una utopía, pero en que creo que coincidimos muchisimas personas independientemente de nuestras edades y experiencias previas: un mundo mejor es posible.

    En cuanto a los políticos hoy he leído en una web por ahí una frase lapidaria: "La democracia sustituye el nombramiento hecho por una minoría corrompida por la elección hecha por una mayoría desinformada". ¿Sabéis (siempre en mi opinión) a dónde conduce este tipo de actitudes y sentencias demostrativas de la verdad? Al fascismo.

    Efectivamente, Gerardo, estoy de acuerdo en que el diálogo y la participación son un buen camino hacia ese mundo mejor posible. La falacia y la falta de respeto hacia nuestros semejantes (como la contenida en el panfletillo que he reproducido) nos llevan a lo que tenemos y justifican que algunos políticos (no todos) ejerzan el poder como lo hacen, como si nuestros entornos fueran sus cotos privados.

    ¡Gracias y saludos!!!

    Josep

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  4. JOSEP: ¡Necesitamos ya tomar decisiones en nuestro grupo de diálogos! Compártanos pronto sus observaciones por fa.

    Respecto a este hilo, siempre me genera una sonrisa descubrir que estamos en sintonía : )

    Tina: Por si lees este comentario, no sabes cuánto me alegra volver a leerte por acá =D

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  5. Gerardo!
    Voy leyendo algunos de los comentarios que vais haciendo y algunos artículos...

    Gracias,


    Tina.

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  6. Hola tina !
    benvinguda de nou !
    saludos

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  7. Gràcies Sara...
    Aquí estem, donant senyals de vida altra vegada... tot i que mai he desaparegut del tot, he anat llegint les entrades que aneu publicant entre tots!

    ____________________________

    Ahora estoy empezando nuevos proyectos... pronto os informaré.

    Un beso!


    Tina.

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  8. Tengo problemas para publicar una entrada, alguien puede echarme una mano?


    Tina.

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  9. Tina, no trobo la teva adreça d'e-mail. Fesme-la arribar a jseguid[arroba]uoc.edu i et dono d'alta al blog perque puguis fer entrades.

    Fins ara!

    Josep

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Calambur citado en Toulmin, Stephen (1990), Cosmópolis. Els transfondo de la modernidad. Barcelona: Península. Pág. 207.

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