01 diciembre 2007

Subjetividad y socioconstruccionismo


¡Hola!

Acabo de enlazar (a la derecha de la pantalla) con la Conferencia sobre subjetividad a celebrar en Cardiff. Por cierto, la información la he obtenido de la página del Doctor Josué Tinoco cuya visita recomiendo intensamente pues contiene mucha, buena y actualizada información sobre psicología.

Bueno, pues revisando cosas por ver la posibilidad de enviar alguna comunicación a la conferencia se me ha ocurrido enviar al blog algunas ideas...

En 1968 dos sociólogos norteamericanos - Peter L. Berger y Thomas Luckman- publicaron un librito titulado "La construcción social de la realidad" que trata sobre la sociología del conocimiento y en el que buscan -básicamente- encontrar nexos entre lo objetivo y lo subjetivo en un contexto social cotidiano. Saltando de Durkheim y Weber a Schutz, los autores fundamentan sus refelexiones en torno a cómo es posible que los significados subjetivos se vuelvan facticidades objetivas. Si hemos desnudado a la Psicología -psicohistoria-, a la Ciencia -social y natural- y a la Filosofía de sus pretendidas objetividades, en su lugar no quedan estructuras de conocimiento -digamos, de saber- caótico (el delirio, la locura): queda la subjetividad del devenir cotidiano. Permítaseme decir, la acción cotidiana convertida en constructora de realidades. Así, "La tipificación de las formas de acción requiere que éstas posean un sentido objetivo, lo que, a su vez, requiere una objetivación lingüística." (Berger y Luckman, 1968, p. 96). El lenguaje es la tecnología más potente inventada por el ser humano y lo que le permite dotarse de medios para objetivar los significados sociales históricamente construidos y modificados constantemente por su propia practicidad (puesta en acción). "La vida cotidiana del individuo puede considerarse en relación con la puesta en marcha de un aparato conversacional que mantiene, modifica y reconstruye continuamente su realidad subjetiva" (Berger y Luckman, 1968, 191) en un entorno de "no-nada" en el que "la realidad no existe con independencia de las prácticas mediante las cuales la objetivamos y, con ello, la construimos" (Ibáñez, 2001, p. 2).

Los sociológos de la situación (Goffman, Sacks, Cicourel, Pollner...), ya en nuestra actualidad más rabiosa, tratan sobre esa microsubjetividad objetivada socialmente y de los mecanismos de acción que -lingüísticamente- la construyen. "El problema radica en encontrar las mediaciones entre el orden macrosocial y las situaciones de interacción cara a cara" (Goffman, 1982, 171). Las situaciones de interacciones "cara a cara" se nos muestran en forma de narraciones y "...una narración bien hecha difiere de una exposición bien elaborada por el empleo que hace de las 'transformaciones subjetivizadoras'. Estas son usos léxicos y gramaticales que realzan estados subjetivos, circunstancias atenuantes y posibilidades alternativas." (Bruner, 1990, p. 64). La alternatividad se convierte en la norma de actuación social e interaccional generando una multiplicidad de opciones inimaginadas e inimaginables hace apenas unas décadas. Lo "social", el "cara a cara", "la alteridad" e, incluso, la propia individuación subjetivo/objetiva ya no responden a mecanismos de causa-efectos constreñidos por "Sistemas Pavlov" o similares, sino que "Esta atomización de lo social en redes flexibles de juegos de lenguaje puede parecer bien alejada de la realidad moderna que aparece antes que nada bloqueada por la artrosis burocrática." (Lyotard, 1994, p. 39).


Siguiendo a Gergen (1991) la "tremenda andanada de estímulos sociales" a que nos vemos sometidos en la actualidad se materializa en una (de)construcción del yo por la cual la personalidad moderna construida científicamente deja paso a una concepción postmoderna del individuo sometido a tal multiplicidad de posibilidades de acción que -de no ser por el lenguaje- desaparecería en la atomización social radial. "Es razonable pensar que la multiplicación de las máquinas de información afecta y afectará a la circulación de los conocimientos tanto como lo ha hecho el desarrollo de los medios de circulación de hombres primero (transporte), de sonidos e imágenes después (media)." (Lyotard, 1994, p. 15). Las lógicas de la racionalidad (modernidad) quedan suplantadas por las "lógicas" (por dar al proceso un nombre entendible) de la rapidez. Pero no sólo de la rapidez de circulación de conocimientos (traduzcamos la palabra "conocimientos" como queramos), desplazamientos y de los media, sino la multidireccionalidad de los mismos. Si nuestros padres estaban constreñidos a apenas los 30/40 kms. de posibilidad de acción física que sus medios les permitían, nosotros -en la postmodernidad- disponemos ya del don de la multiubicuidad.


La construcción social de la realidad, la potencia tecnológica del lenguaje, la velocidad y la multiubicuidad dotan a nuestra subjetividad de una objetividad postmoderna que -no sin cierto intenso "desgarro interior"- nos invade: la multiplicidad de nuestros "yoes" relacionales (hoy no es pensable un "yo" arrelacional, o sea, no dependiente de la alteridad). Así, el Construccionismo social postmoderno nos invita a nuevas formas de pensamiento más acordes con la manifiesta desaparición de la "artosis burocrática" de las ideas (del saber, del conocimiento)."...como científicos podemos llegar a convenir que en determinadas ocasiones llamaremos a diversas configuraciones 'conducta agresiva', 'prejuicio', 'desempleo', y demás, no porque simplemente haya agresión, prejuicio y desempleo 'en el mundo' sino porque estos términos nos permiten indexar las diversas configuraciones de modos que nos son socialmente útiles." (Gergen, 1994, p. 74). Incluso -me permito añadir- "poderosamente" útiles, lo que nos llevaría a ciertas reflexiones sobre el discurso postmoderno del poder (como poder de acción y como poder político) en las que, de momento, no voy a entrar, aún. Y -citando a Gergen de nuevo- ",...adoptemos un punto de vista construccionista y prestemos atención al discurso sobre la experiencia. Al considerar este tipo de discurso, la pregunta principal tiene consecuencias sociales. ¿Qué formas de vida cultural sustenta o suprime este discurso?" (Gergen, 1994, p. 97). ¿Y psicológica -añado de nuevo-? Volveremos sobre el tema...


¡Buen fin de semana!

Josep

Berger, P.L./Luckmann, Th. La construcción social de la realidad. Amorrortu. Buenos Aires, 1968.
Bruner, J. Actos de significado. Más allá de la revolución cognitiva, 1990. Alianza. Madrid, 1991.
Gergen, K. J. El yo saturado. Dilemas de identidad en el mundo contemporáneo, 1991. Paidós. Barcelona, 1992.
Gergen, K.J. Realidades y relaciones. Aproximaciones a la construcción social, 1994. Paidós . Barcelona, 1996.
Goffman, E. Microsociología e historia, 1982. En Díaz, F. (ed.) "Sociologías de la situación". La Piqueta. Madrid, 2000.
Lyotard, J.F. La condición postmoderna. Cátedra. Madrid, 1994.


6 comentarios:

  1. hola me gustaria saber el nombre de libro de Ibañez de donde sacaste la sitacion. Muchas gracias

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  2. ¡Hola!

    Perdón,no lo referencié en su lugar. Ahí va:

    - Ibañez, Tomás (2001). Municiones para disidentes. Realidad-Verdad-Política. Barcelona: Gedisa.

    ¡No tiene desperdicio!!!

    Josep

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  3. El libro de Berger y Luckman, sin duda un clásico y la Biblia como le llamamos algunos del construccionismo social... me parece muy interesante la idea del lenguaje como herramienta para poder construir las realidades, más allá de poder hablar de ellas. Sin duda alguna, las nuevas formas de comunicación están construyendo nuevas realidades poco a poco de las que no nos damos ni cuenta... a ver si puedo avanzar con Baltasar un poco en las ideas que tenemos acerca de las nuevas redes de comunicación, y os lo ofrecemos para discutir :) Un saludo a todos.

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  4. Anónimo5/7/11 02:56

    La unidad mínima psíquica es un gramema. La subjetividad es todo el proceso de una realidad con sus dos caras, como el lexema, biplánico y concatenante. Tengo un artículo que me gustaría criticaran con esa objetividad que nos apasiona a todos los que deconstruimos-construimo nuestra existencia social y psicológica:http://hermeneuticasexologica.blogspot.com/
    Gracias por tu Blog.

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  5. Muchas gracias por el tuyo, Roberto. Muy interesante...

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  6. En la terapia de pareja, justamente vamos reflexionando, deconstruyendo los discursos subjetivos-dominantes que mantienen situaciones de violencia, por ejemplo. Ahí vemos cómo peligrosamente la subjetividad se objetiva y tiene una trasendencia a otros sistemas subjetivos-intersubjetivos como el jurídico o el médico.

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"What is Matter? Never Mind! What is Mind? No Matter!"

Calambur citado en Toulmin, Stephen (1990), Cosmópolis. Els transfondo de la modernidad. Barcelona: Península. Pág. 207.

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