06 diciembre 2007
El suicidio... ¿una construcción social?
¡Hola!
Hace un par de días una persona de mi entorno social cercano intentó suicidarse. Su intento fue fallido pero manifestaba repetidamente su deseo de volver a intentarlo. Alguien me pidió ayuda y acudí. Mi intervención no fue en absoluto profesional entre otras cosas porque mi especialidad no es la clínica y no estoy capacitado. Pero ayudé en lo que humildemente pude.
Mi reflexión de hoy no tiene que ver tanto con la intervención clínico/terapéutica (que, por supuesto, si quereis podemos debatir) sino con la epistemología del suicidio. No he leido la obra del sociólogo Emile Durkheim al respecto aunque conozco algunos fragmentos. Si alguien la ha leido y desea hacer algún comentario, ¡adelante! Pero las circunstancias por las que he pasado me han hecho reflexionar. ¿Es el suicidio una construcción social?
A veces, muchas veces se nos acusa a los socioconstruccionistas de estar alejados de la realidad. Se nos dice que nuestro relativismo nos lleva a despreciar cualquier postura ética o moral ante ciertos hechos. ¿Puede uno quedar impasible ante realidades y hechos como el suicidio, la violencia, la injusticia,...? A quien le interese la interacción relativismo-socioconstruccionismo le recomiendo la lectura del artículo de los profesores de la Autónoma de Barcelona Marisela Montenegro y Joan Pujol Conocimiento situado: Un Forcejeo entre el Relativismo Construccionista y la Necesidad de Fundamentar la Acción (Interamerican Journal of Psychology, 2003, 37-2, pp. 295-307)
Desde nuestra óptica las realidades y hechos no son cosas acabadas sino procesos. Y son procesos plenos de significados. El suicidio es una forma de comunicarse, de relacionarse. El suicida está diciendo algo que significa algo. Sí, seguramente estamos de acuerdo en que está pidiendo ayuda. Pero ¿nos dice algo más? ¿Nos dice algo sobre el mundo que le rodea, sobre las construcciones dialógicas en que participa? ¿Nos dice algo sobre nosotros mismos? Desde luego no quiero ponerme dramático. Bastante tengo con intentar seguir ayudando a esta persona a vivir... o a morir dignamente si es eso lo que desea (espero que en caso de que lo consiga nadie me denuncie...). Pero entiendo que el suicidio no es un hecho aislado, ni tan solo fruto de una patología mental determinada (la depresión, por ejemplo). Intuyo que es algo más... ¿qué más?
???
Josep
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 2.5 España.
El suicidio es una forma de comunicarse, de relacionarse. El suicida está diciendo algo que significa algo. Sí, seguramente estamos de acuerdo en que está pidiendo ayuda. Pero ¿nos dice algo más? ¿Nos dice algo sobre el mundo que le rodea, sobre las construcciones dialógicas en que participa? ¿Nos dice algo sobre nosotros mismos? Desde luego no quiero ponerme dramático. Bastante tengo con intentar seguir ayudando a esta persona a vivir... o a morir dignamente si es eso lo que desea (espero que en caso de que lo consiga nadie me denuncie...). Pero entiendo que el suicidio no es un hecho aislado, ni tan solo fruto de una patología mental determinada (la depresión, por ejemplo). Intuyo que es algo más... ¿qué más?
ResponderEliminarhola
algunos comentarios respecto a este párrafo.
No sé muy bien si un suicida nos está diciendo algo sobre nosotros mismos, pero sí nos dice algo a nosotros y a todo aquel que forma parte de su entorno social y con el que ha construido su vida. ¿Seríamos capaces de realizar un acto suicida en las mismas condiciones en las que él/ella se encuentra? ¿Seríamos cobardes o valientes? esta respuesta tiene mucho que ver en la construcción social que tenemos del suicidio. Persona que no tiene el valor para resistir una situación determinada. Persona que tiene la valentía de acabar con su vida.
¿Qué nos dice el suicida? ¿Que ya no puede más? ¿Qué es lo que no tolera o aguanta más? Provablemente su vida construida alrededor de unos valores sociales ante los cuales ya no se siente identificado... la falta de capacidad para afrontar una vida después de una pérdida demasiado importante para su contexto social como para querer o poder seguir viviendo con una carencia...
Por supuesto, coincido contigo, Josep, en que el suicidio no es sólo un acto fruto de una enfermedad. La construcción de nuestra vida alrededor de unos condicionantes sociales muy especiales para la persona podrían llevarle a tomar una decisión de este tipo.
Saludos
Me ha gustado esta diferenciación que haces, Roser, entre valentía y cobardía por parte del suicida ante el hecho de romperse la vida.
ResponderEliminarNo soy amigo de las dicotomías y posiblemente el recorrido entre un concepto y el otro es amplio...
Continuaremos reflexionando!
Josep
pués a mi que me da que un suicida nos dice que ha descubierto una esperanza... aunque desde mi concepción pragmática el suicidio no es más, que tampoco menos, que un acto de negación a lo que crees conocido, y en ese conocido incluyes ilusoriamente al futuro
ResponderEliminarEl suicidio como acto le negaria la posibilidad de existencia a ese futuro, construido en linea con el presente o el pasado, y abriria la puerta a otras posibilidades incluyendo la del vacio, la de la no existencia como algo deseado. Pero como se puede desear la nada?
Sin embargo admito que es más que posible que para alguien menos pragmático signifique un futuro más prometedor que el presente en el que finalizaran sus problemas, reales o imaginarios que pal caso es lo mesmo, y donde los otros, aquellos que aqui y ahora no se ocupan y preocupan lo suficiente acompañandolo, seran testigos de su bondad pasada, y/o se arrepentiran de haberlo herido.
Por otro lado tal como yo lo veo todos vivimos solos, aunque unos más que otros, pero nos seguimos negando a ello, y asi la muerte apareceria como la búsqueda de la soledad voluntaria, que siempre duele menos que la impuesta.