22 abril 2016

¿Se puede "ser" constructivista y construccionista social al mismo tiempo?

Imagen: Dibujo de Kenneth J. Gergen explicando la relacionabilidad. Filadelfia, verano de 2004. Colección particular del autor.

Propongo varias formas de acercarse a la pregunta. Ya veremos si hay alguna respuesta...

Por un lado, creo que formularla de esta manera no tiene sentido. Estoy de  acuerdo con Gergen en que no se puede "ser" construccionista social (ver traducción propia de un escrito suyo de 2011 aquí). En diversas ocasiones, además, de que decir "soy construccionista social" ya alerta sobre lo que esa persona está diciendo sobre sí misma y sobre que sus postulados están, probablemente, más que alejados del CS.

Yo mismo, cuando alguien me pide que me defina, simplemente digo que hoy estoy muy cerca de esos postulados, especialmente de los más radicales. Pero mañana no tengo ni idea de dónde estaré...

En líneas generales, la pregunta "¿qué soy?" para mí no tiene ningún sentido. ¿Hombre? ¿Poligénero? ¿Padre? ¿Psicólogo? ¿Joven? ¿Pareja? ¿Mayor? ¿Construccionista social?... ¿Y tú?...

Por otro lado, aun teniendo muchas derivaciones tremendamente próximas, Constructivismo y CS tienen teorías de la mente muy diferentes. Esto no debería de causar controversias ni enfrentamientos; aunque sí debates y desacuerdos. Si siempre estuviéramos de acuerdo en todo la vida sería un aburrimiento.

El Constructivismo (*) propone que la realidad se construye en la interacción con los demás. De acuerdo. Sigamos. Teniendo su origen en la Teoría Cognitiva, opina que todos tenemos  mentes individuales cuyos contenidos se van perfilando y sí, construyendo, en esas interacciones, generalmente lingüísticas. Elegante.

Pero desde el CS hay un matiz sobre eso de las mentes individuales. No parece que haya absolutamente ninguna evidencia de que esas existan tal cual. Sin embargo, parece tener bastante sentido que el proceso de construcción de la realidad, los significados y etcétera, esté justo justo en el propio proceso dialógico y relacional. No hay nada aquí dentro que, aun cambiante, nos haga ser como somos, hablar como hablamos, actuar como actuamos,... Todo estaría, entonces, en el lenguaje materializado, corporalizado, dialógicamente. Y no estoy dicotomizando entre el adentro y el afuera. Simplemente, el adentro no existe, con lo cual no hay dicotomía posible...

Obviamente, Constructivismo y CS tienen teorías sobre la mente diferentes. Es más. Es posible que el último no tenga ninguna. Aunque yo me inclino por esa colectiva (Fernández Christlieb**), dialógica, lingüística y, sobre todo, sociohistóricocultural. Claro, tener teorías diferentes sobre eso tan importante -la mente, lo mental- implica muchas diferencias. O, déjame decirlo de una forma más amable: diversidades.

¿Qué consecuencias tiene esto para la praxis? Más de una y más de un millón, posiblemente. Si se trata de generar cambios "reales" sobre la "realidad" (sic) va a ser muy difícil que yo entre en el interior de las personas y cambie su pensamiento. O que ellas cambien el mío. Sin embargo, ¿qué tal si cambiamos nuestras formas de dialogar?

¡Saludos!!!

(*) En diversas  ocasiones oigo hablar de "Constructivismo Social". Este, por aclararnos un poco, es un término derivado de la Teoría de la Educación basada en el gran Lev Vygotsky. Pero no hay un movimiento "constructivista social".

(**) Para acceder a gran número de publicaciones del psicólogo social mexicano Pablo Fernández Christlieb es recomendable visitar la sección Pabloteca del blog Diálogos Acá/Psicología Pop.

1 comentario:

Puedes encontrar algunos de nuestros artículos y publicaciones en:

"What is Matter? Never Mind! What is Mind? No Matter!"

Calambur citado en Toulmin, Stephen (1990), Cosmópolis. Els transfondo de la modernidad. Barcelona: Península. Pág. 207.

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