26 mayo 2014

Tendiendo puentes: Construccionismo Social y Biocentrismo


En ocasiones, sin esperarlo, encuentras conexiones entre diferentes conocimientos que, aparentemente, parecen improbables. Hoy, le regalo al papel una historia antes no hallada en mis dedos: la del Biocentrismo. Comencé mi diálogo interno con las palabras –cargadas de significados confusos, todo sea dicho de paso– encontradas en varias páginas web que hablaban sobre el tema (ver más abajo). Me sorprendí, al poco, en ese diálogo interno, reflexionando sobre posibles lazos o nexos de unión que esta teoría comparte con el Construccionismo social y relacional.

A partir de aquí, el lector encontrará una adaptación libérrima acerca de diferentes aspectos que me parecieron interesantes:
  • Según el Biocentrismo, la biología –las personas– y la vida –con sus acuerdos sociales– originan la realidad y el universo, y no a la inversa.
  • Esto sugiere que la conciencia de una persona –lo que construimos relacional y dialógicamente– determina la forma y el tamaño de los objetos en el universo.
  •  Desde el punto de vista de la biocéntrica, el espacio y el tiempo son "meros instrumentos de nuestra mente” –meros acuerdos sociales– y no se comportan de manera tan rígida ni tan rápida como nos presenta nuestra conciencia –como hemos consensuado–. Si aceptamos la teoría de que el espacio y el tiempo simplemente son construcciones mentales –sociales– entonces la muerte y la idea de la inmortalidad existen en un mundo sin límites espaciales ni lineales.
  •  Para intentar corroborar su teoría, el autor, Robert Lanza, citó el experimento de la doble rendija, uno de los mayores misterios cuánticos: en él, se intentó ver qué ocurría al  mirar cómo se comportaba una partícula que pasaba a través de dos ranuras en una barrera. En este caso, la partícula se comportaba como una bala y pasaba a través de una ranura o la otra. 
  • Sin embargo, si una persona no veía la partícula, es decir, si no influía la acción del observador –principio de incertidumbre–, se comportaba como una onda. Esto significa que puede pasar por una rendija –y– por otra al mismo tiempo.
  • Ello viene a demostrar –a mostrar– que la materia y la energía pueden presentar características tanto de ondas como de partículas que estamos sumergidos en un mundo donde predomina la multiplicidad de verdades minúsculas–, y que el comportamiento de las partículas cambia cuando entran en juego la percepción y la conciencia de una persona –lo que socialmente construimos–.

Cuando me encuentro con estas conexiones aparentemente improbables, pienso en algo que leí hace unos días en la página de Facebook de uno de los promotores de este blog, Josep Seguí. En palabras suyas:

“¿Quieres ser un buen psicólogo? Primero estudia el Grado/Licenciatura. Después olvídate de la Psicología. Estudia, lee, investiga todo lo que puedas de Filosofía, Historia, Arte, Música, Antropología, Literatura,… Indaga sobre tu propia cultura. También sobre otras. Observa. Conversa. Con intención y sentido…”.

Pues eso...

Referencias:




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes encontrar algunos de nuestros artículos y publicaciones en:

"What is Matter? Never Mind! What is Mind? No Matter!"

Calambur citado en Toulmin, Stephen (1990), Cosmópolis. Els transfondo de la modernidad. Barcelona: Península. Pág. 207.

Síguenos en Facebook

Y en Twitter