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Fuente: Taos Institute |
¿En los genes?
Cada día más el innatismo genético es modificable a través de las
relaciones humanas, a través de la tecnología.
Llegará un día en que seguramente seremos capaces incluso de programar
esa predeterminación genética...
Pero, mientras eso llega, ¿qué es lo que estamos haciendo? ¿Queremos
ser un "otro" y nos conformamos con lo que somos? La misión de la
Psicología ¿no será o ayudarnos a ser "otro" o ayudarnos a aceptarnos
"como somos"?. ¿Cuál es la esencia de "como somos" y de "como es el
otro"? Hablando ya no de pre-esencia, sino de lo que somos ahora mismo,
con toda la herencia social que nos ha configurado.
¿Qué posibilidades se abren o se cierran en la psicología en práctica
asumiendo que queremos ser "otro" o que "somos como somos". ¿Qué nos
está diciendo alguien -en terapia, por ejemplo- cuando nos dice "yo soy así; no puedo cambiar"...?
Es posible que nuestra naturaleza tenga bastante que ver con nuestras emociones...
Resulta tremendamente complicado creer que nuestras emociones sean algo
aprendido. ¿Por qué? Yo creo que pensamos que nuestras emociones somos
nosotros; forman una parte muy potente y muy íntima de nuestra
personalidad, de nuestra forma de ser. En un momento dado, si somos muy
"liberales" podemos admitir la posibilidad de cambiar nuestras ideas,
nuestros razonamientos. Sí, sé que también es difícil. Pero es posible.
Por ejemplo, cambiar nuestras ideas políticas. Pero, ¿cambiar nuestras
emociones? No, eso no!!! "Yo soy muy romántico; siempre lo he sido y siempre lo seré". ¿Y? Al final, eso es sólo una forma de hablar. Que es mucho, lo sé.
No puedo dejar de citar un interesantísimo libro con el que estuve trabajando hace unos años: "Semiótica de las pasiones. De los estados de cosas a los estados de ánimo".
De Algirdas J. Greimas y Jacques Fontanille. Siglo XXI Editores. En el mismo se
analizan las pasiones (quizá son las emociones elevadas al cubo, ¿no?)
desde la óptica de la semiótica, o sea, como algo puramente simbólico
aunque lleno de significados. Con eso, las emociones no tendrían una
esencia; ni mucho menos biológica. Defender esto es tremendamente
complicado en un mundo como el nuestro, en que la biología, lo genético,
lo neurológico,... lo invade todo.
Hay algo bastante común en la discusión sobre las emociones: el
potente argumento de que son universales incluso en sus manifestaciones
más "visibles". Pues los autores del libro no parecen tenerlo tan
claro. Dicen "Las diferentes culturas, áreas o épocas tratan de manera variable los mismo dispositivos modales..."pg.
31, entendiendo como "dispositivo" algo parecido a como lo explica
Foucault, un mecanismo que actúa. Y como "modal", la forma en que lo
hace. Es decir, las mismas expresiones emocionales -llorar, por ejemplo-
tienen significados diferentes en función de la cultura, lugar o
momento...
¿Dónde queda, entonces, lo "esencial"...?
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