21 mayo 2008
Esclavos de las palabras
Es jodido pensar lo que estoy pensando. Digo "jodido" por decir algo que espero se entienda más o menos.
Soy esclavo de mis palabras. Creo que un sabio oriental dijo que somos esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestros silencios. Quien conoce mis silencios (muy poca gente; muy poca; casi nadie) sabe que son superjodidos. Los silencios de este humilde aprendiz de ser humano dicen más de lo que quieren decir; escapan a su control.
Un socioconstruccionista extremo como el que firma estas líneas -un "palabrero" en palabras del catedrático de la UAB Lupicinio Iñiguez; "palabrero" porque abraza la línea teórico/práctica de la psicología discursiva- debería estar muy agradecido al diccionario, a la posibilidad de construir el mundo con palabras, que es como se hace. Pero algo se escapa...
¿Qué?
No lo sé
Algo se escapa a las palabras, a los símbolos que recrean la realidad, que construyen el mundo. ¿Hay algo más allá de las palabras?
...?
Seguramente no. Mis dudas de esta noche seguramente no conducen a nada, más que a elucubraciones, especulaciones y discursos que se agotan en sí mismos. No hay nada que se pueda expresar y crear que no se contenga en las palabras, en el diálogo; en un "te quiero", en ese "voy a cambiar el mundo". No hay nada que no se pueda hacer símbolo -no otra cosa son las palabras-.
Pero me sigue faltando algo. Puede ser que poquito, pero algo...
Josep
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Las palabras necesitan de los silencios, sin ellos no existen, no son nada, solo se hacen símbolo cuando son escuchadas, leidas, captadas... Somos una mitad como mucho, y aunque creamos que la podemos completar en el diálogo cono nosotros mismos, esa mismedad nos constriñe en un sucedáneo de comunicación endogámica
ResponderEliminarY comunicación no es verbo, es fluido que penetra, es una via que se abre, electrolitos intercambiados, vivencias compartidas, pero nunca fueron solo palabras, hasta que no son incorporadas y producen un efecto no son nada
Estimado Josep, aunque soy psicólogo humanista, he tenido un interés por el construccionismo social y la terapia postmoderna. Me gustaría enviarles un escrito mio donde trato de combinar ambos enfoques, o hago una búsqueda de algunas coincidencias.
ResponderEliminarSi me pudieras mandar una dirección de correo, o a donde les puedo enviar el material, te lo agradecería.
Yo soy mexicano y trabajo desde un modelo centrado en la persona, pero estoy fuertemente influido por el construccionismo social.
Bueno, un gusto haberlos encontrado.
Psic. Javier Armenta
armentaxavier@yahoo.com.mx
Mone. Me gusta tu reflexión. Pero sigue escapándoseme algo. Mmmmmmm... nosequé, pero algo se me escapa. ¿Puede ser que las palabras sí sean algo en sí, que no necesiten de la comunicación, ni siquiera endogámica? Ei, estoy un poco "punyetero" y provocador, eh?
ResponderEliminarJavier. Muchísimas gracias por ponerte en contacto con nosotras/os. Te he enviado un correo con mi derección. Envíame tu escrito y lo publicaremos en el blog, sin duda. Creo que un cruce entre construccionismo y humanismo puede ser de lo más interesante...
¡Saludos!
Josep
Malditas palabras, que nos condenasteis en quanto nos hizimos humanos (antes de ciborgs), a ir sin estrellas, rumbo, mapa o manto. Vagando vamos, como qual "cagáa" de mosca perdida en el limbo al no comunicarnos.
ResponderEliminarMenudos infinitivos somos sin ellas,
sin gerundio ni mucho menos participio...
Hola macos!
Aquí estoy, me he hecho visible mediante estas cuatro "xorradetes", por no decir puñetas de palabras ;-)
Quan acabi pac's em poso més en l'assumpte...quando acabe las pruebas me pongo más en la faena.
Muy interesantes todos los temas que vais abriendo y este, especialmente, da mucho para si.
Pepet, no sabes la alegría y el gusto que me da el verte tan activo.
Una abraçada o un abrazo para todos!
Me parece entender que apuntas a la constricción, a los limites que marcan, y intuyo que estoy de acuerdo. Pero yo diria que no son las palabras sino el poder que les otorgas por la finalidad que pretenden.
ResponderEliminarEs bien cierto que sin ellas no podriamos abrir a otros nuestros pensamientos, pero también limitan las posibilidades de estos, y en la mayoria de las ocasiones los aprisionan no llegando a estar satisfechos con lo que el otro entiende. Quizás también por un exceso de afan de protagonismo comunicativo...
Algunas palabras nos son entregadas, otras las conquistamos, pero no las poseemos, sino que son ellas las que nos poseen limitando nuestros pensamientos y nuestras interacciones. En fin nos hacen socialmente activos para unos y inintelegibles para otros, por otro lado casi tanto como nuestros silencios. No sé yo si somos más dueños de estos...
El otro dia un amigo me hablaba de la pulsión comunicativa como una manera de explicar porque alguien puede vivir un delirio y necesitar comunicarselo al resto. Y vuelvo a intuir que quizás esté en lo cierto. Quereis decir que somos dueños de nuestros silencios o de nuestras palabras? o más bien es la necesidad de todos aquellos que ahora estan dentro nuestro, y la búsqueda de incorporar a otros, los que nos impulsan a seguir callando y o hablando?
Sandra, no estoy de acuerdo en maldecir a las palabras, son las reinas!! jiji, pero si quizás a su efecto limitativo y también tan potente, pero también permiten momentos entrañables como los que vivo leyendo esas cagadetas negras que me dejan entreveros, y solo por eso yo pediria tres hurras!!
Es lo que hay, somos seres sociales mal que nos pese...
uno, el Maikel Jason, dos, el crusaito, tres el robocó ...
Las muy malditas (sigo en mis trece, Mone ;-) son las reinas del "mambo"!
ResponderEliminarSiempre estamos intentando buscar las palabras más adecuadas a lo que sentimos, pero yo creo que nos vemos como completamente limitados a estas. Y especialmente (és lo que se me ha pasado ahora por la cabeza) porque nos tenemos que expresar mediante todo tipo de dicotomias y estereotipos. Por exemplo, un cliente de "color" de nuestra parada en el mercado y al que todos llaman "el negro" (de nombre Alfredo, por cierto :) y aún sabiendo el nombre, pues "na" de "na", que sí pregunto por él, por su nombre (o al menos el que tiene en el DNI escrito :), nadie me entiende y entonces tengo que volver a decir: "el negro"!. Condenada a llamarlo, “El negro”, vamos…quiera o no.
O una vez que llame a una "señorita", “señora” y me dijo que ella no era señora sino señorita! "Més emprenyada que una mona", por cierto, como se diría en mi tierra. Eso seguro no me habría pasado tratándose de un hombre :d. O al menos hasta ahora nunca he tenido la “desgracia” y que dure!
Ahora, que lo que me parece más grave, és que no se me ocurre que soy o que pienso sín las palabras. Para mi que no tengo ni alma ni "na" sin ellas! snifs...quizás habrá que asumir que somos una especie de androides ciborgs o viceversa, por decir algo :(
Vamos que como en la peli “Blade Runner”:
"No sé por qué me salvó la vida. Quizá en esos últimos momentos amaba la vida más de lo que la había amado nunca, no sólo su vida, la vida de todos, mi vida. Todo lo que él quería eran las mismas respuestas que todos buscamos: ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?, ¿cuánto tiempo me queda?. Todo lo que yo podía hacer era sentarme allí y verle morir".
- Harrison Ford - Ahora "Indiana Jones IV".
Y qué diferencias encontrais entre ellos y nosotros?? La empatía también se puede llegar a construir, no? Al igual tampoco somos tant diferentes a un replicante…me cachis en la mar.
Nada, que mejor tomarlo todo con un poco de humor, amor, color...eurovisión! La del Chikilicuatre nos quedó en la posición 16, no está nada mal:
Lo bailan en la China y también en Alcorcon...lo baila Rajoi, Hugo Chávez, lo baila Zapatero..mi "amol" ya tu sabes.
..cuatro, el "robocop"!
http://www.goear.com/listen.php?v=a9b7b9d
Pues ala, ahora que tenía un rato libre me hago ver como cual cagàa de mosca ;-)
Un abrazo para todos y ánimos "pa" los estudiantes UOCqueros!