24 octubre 2007
Terapia familiar
Recientemente tuve el enorme placer de intercambiar algunas ideas sobre la orientación terapéutica conocida como "familiar" con mi amiga, psicóloga, informática y colaboradora habitual en este blog, Sara Olivé. Sara está siguiendo un curso de postgrado basado en esa orientación. Su práctica como terapeuta le permite realizar intensas reflexiones en las que yo no siempre puedo entrar pues sólo atiendo a estos aspectos desde un punto de vista puramente epistemológico. De ahí la riqueza de los comentarios de Sara, que me permiten aprender y profundizar en mis propias reflexiones. ¡Ah! antes de continuar he de decir que ambos compartimos un punto de vista crítico y socioconstruccionista sobra la psicología en general.
Bien, pues lo que dialogamos tiene bastante que ver con lo que comentó Gergen la semana pasada y me hizo repensar algunas de mis ideas al respecto. Resulta que las prácticas terapéuticas socioconstruccionistas (también llamadas por algunas/os "postmodernas") surgen a finales del siglo pasado básicamente en el seno del Houston Galveston Institute, http://www.talkhgi.com, conocido antes -curiosamente- como el Galveston Family Institute, presidido por Harlene Anderson, colaboradora y amiga personal de Ken Gergen. Ya me llamó la atención en su momento que precisamente la terapia familiar norteamericana derivara hacia la socioconstruccionista. ¿Por qué? En mi opinión hay dos motivos:
1.- Este de orden teórico. La orientación familiar se basa en las propuestas sistémicas de la Escuela invisible de Palo Alto (Watzlawick, Jackson, Bateson, un poco Goffman, entre otros). Son de sobra conocidas la teorías (la del doble vínculo, por ejemplo) y los trabajos de estos especialistas sobre la esquizofrenia y las interacciones del diagnosticado de este trastorno y su entorno social más inmediato: la familia. El construccionismo social bebe en la fuentes de estos mismos autores. Muchos de sus supuestos y de sus propuestas son muy buenas referencias para sustentar nuestras ideas. Y Palo Alto -junto al interaccionismo simbólico, sin duda- pueden considerarse en cierto modo precursores del C.S.
2.- Pero hay otro motivo de orden más practico. Sara me comenta que como mínimo a la primera visita terapéutica tiene que asistir la familia al completo, no sólo el individuo en proceso de diagnóstico. Los dos nos quedamos bastante perplejos y casi a la vez nos preguntamos: "¿qué familia?". Efectivamente parece que cada vez quedan menos familias nucleares tradicionales -al estilo de los Simpson; espero que quien me lea admita el toque de humor de la viñeta-. Y esto empezó posiblemente bastante antes en los USA que en Catalunya o España, por ejemplo. Mucho me temo que los colegas norteamericanos se estaban quedando sin clientes!!! Y tuvieron que buscar nuevas formas de hacer, más abiertas a los orígenes sociales de los "problemas psicológicos" y a la atención a los estilos narrativos y comunicativos (como ya hacían los de Palo Alto) de la persona diagnosticada de XXX (póngase aquí lo que se quiera con prudencia, sí), una vez entendido que estos (los problemas) no están tanto en el "interior" o en causas biológicas, genéticas, cognitivas y varios etcéteras...
¿Mi perro es mi familia? ¿Lo es mi mejor amigo? ¿La directora de mi tesis doctoral? ¿El kioskero al que compro el periódico todos los días de mi vida y hablamos del tiempo que va a hacer hoy?
Una amiga mía ha tenido cuatro hijos con cuatro parejas diferentes. ¿A quién debe llevar a terapia uno de sus hijos de quince años que muestra "problemas de conducta"? Supongo que a su madre biológica, sí. ¿Al padre biológico que hace tres años que no ve? ¿A uno de sus hermanos que vive en Londres con su padre? ¿A la actual pareja de mi amiga que, por cierto, es una mujer?
Problemático esto de la familia, eh?
Josep
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ResponderEliminarMuy buena la viñeta y la reflexión sobre quien es familia de uno.
ResponderEliminarCriterio para reconocer familiaridad técnica:
- "lazos de sangre": y las aportaciones in vitro o no (lease muuuu) desconocidas?
- registros civiles: mediante inscripción, substituyen a la original. Limitados en lo práctico a primer orden, aun cuando se puede hacer arqueologia por un módico precio
Criterio para reconocer familiaridad social:
- convivéncia relacional en tiempo y/o espacio
- similitud de especie?
- de raza?
- de género?
- de origen?
- de destino actual?
- de equipo de fútbol preferido?
- de ser de un rival concreto de fórmula I?
- de color de ojos???
- ??????
Josep, quieres que fundemos un partido para conseguir que nos dejen inscribir en el libro de familia a las mascotas, y a algún amigo o amiga de pro? quizás alguien querría ampliarlo a la PSP, o a su pantalla del ordenador, jijiji
Un saludo,
Muy buena tu aaclaración, Mone! Y muchas gracias por el toque de humor que creo que me puse demasiado serio.
ResponderEliminarMe apunto a tu idea. En mi caso, sin duda, incluyo a mis mascotas y a mi ordenador ;-). En cuanto a la PSP la dejo como familia lejana, de momento...
¿Alguna idea más para la de-reconstrucción del concepto de familia, al menos en el entorno terapéutico?
¡Buen fin de semana!
Josep
¡¡Hola!!
ResponderEliminarMi más sincera felicitación por esta labor de reconstruir muchas de las ideas preconcebidas en nuestra sociedad, víctimas de la exclusiva racionalidad y moralidad...
En muchas ocasiones solemos decir o escuchar: "no es de mi familía, pero como si lo fuese".
Pienso que en la terápia familiar, se debería tener en cuenta, la incidencia e importancia de cualquier otra persona, ya sea con diferente Adn.
Es todo un entorno el que incide en el individuo: amigos, ambiente laboral, hasta como bien comentábais un animal.
Es el entorno a nivel afectivo y emocional que debemos cultivar para una mayor y mejor salud.
Creo que la terápia familiar queda un poco limitada, en cuanto sean muchas las personas que deben realizar dichos cambios o reconstrucción de sus interpretaciones, ideas concebidas o hábitos....
Cuando una persona se siente mal y tiene la necesidad de cambiar para ello, pide ayuda.
En la terápia familiar suele ser una persona la que solicita la ayuda profesional, el resto de la familia con el buen propósito de ayudar se prestan a dicha terápia, pero ¿ellos sienten que necesitan ayuda, o la necesidad de modificar algo? Ellos estan bien, es el otro quién no lo está y quién necesita la ayuda terapeútica...
Esto mismo se da en una pareja, donde la terápia como tal, no es efectiva si una de las dos personas no desea cambiar.
Pienso que es uno mismo quién debe, a través del reaprendizaje, replantear sus valores,orden de prioridades, y redefinir el afecto que en muchas ocasiones esperamos encontrarlo en los demás, sin empezar por nosotros mismos.
No podemos esperar a que los demás cambien para solucionar nuestros conflictos y sentirnos bien. Somos nosotros los que debemos modificar, ser más flexibles y tolerantes con nosotros mismos y así lo seremos con los demás.
Conseguiremos que cambie o no nuestro entorno, pero nosotros nos sentiremos bien.
Bueno no sé si me ido un poco del hilo, pero me alegra compartir con vosotros lo que pienso y siento.
Besitos!!!
Sepu
Hola Sepu!!!
ResponderEliminarMuchas gracias a ti por participar y muchos besitos también!!!
Creo que para nada te has ido del hilo. De hecho tu aportación es de lo más interesante... Amplías puntos de vista previamente expresados y entras en terrenos muy, muy, muy sugestivos, como las relaciones de pareja, los afectos o la autoflexibilidad y tolerancia... mmm... ¿ser tolerantes con nosotros mismos? ¡Me gusta la idea!
¡Te animo a compartir con nosotras/os lo que piensas y sientes!!!
;-)
Josep
Hay que llevar a la familia internalizada...
ResponderEliminar¿La familia internalizada, Javier? Mmmmmmmmm... no lo tengo muy claro que digamos... ;)
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