¡Hola!
En la edición de ayer del Diario Público (he copiado el enlace en "miscelánea", pero lo vuelvo a hacer aquí, por si os interesa), http://www.publico.es/005521, aparece un interesante artículo con el mismo título que esta construcción. Me he permitido hacer un comentario en el foro. Lo reproduzco a continuación.
Saludos!
Josep
"Pues no, no existe la adicción a Internet. O al menos no en el sentido de "trastorno" que algunos sectores pretenden dar a esta palabra. Análisis formulados desde la Psicología social nos han hecho ver que lo que ocurre en Internet es una continuación de lo que pasa fuera de ese medio. Lo "virtual" es tan real como lo "real". Dependencias, adicciones y otros "trastornos" no dependen del medio en sí, sino -en todo caso- de lo que se hace en el mismo. Totalmente de acuerdo con Bell!Saludos,"
En la edición de ayer del Diario Público (he copiado el enlace en "miscelánea", pero lo vuelvo a hacer aquí, por si os interesa), http://www.publico.es/005521, aparece un interesante artículo con el mismo título que esta construcción. Me he permitido hacer un comentario en el foro. Lo reproduzco a continuación.
Saludos!
Josep
"Pues no, no existe la adicción a Internet. O al menos no en el sentido de "trastorno" que algunos sectores pretenden dar a esta palabra. Análisis formulados desde la Psicología social nos han hecho ver que lo que ocurre en Internet es una continuación de lo que pasa fuera de ese medio. Lo "virtual" es tan real como lo "real". Dependencias, adicciones y otros "trastornos" no dependen del medio en sí, sino -en todo caso- de lo que se hace en el mismo. Totalmente de acuerdo con Bell!Saludos,"
Hola Josep,
ResponderEliminarSeria un poco como decir "Es adicto a la ciudad" cuando en realidad el único interés obsesivo que tiene nuestro sujeto en la ciudad son las máquinas tagaperras. Y al fin y al cabo, las tragaperras tampoco son adictivas de por sí. Adictivo es el afán por el dinero y su glorificación, cosa que no nos ha enseñado esta máquina sinó una situada en un nivel muy superior. Habria entonces que estudiar cada caso por separado y ver cual es la verdadera fuente de su adicción. Pienso que la mayoría de ellas residen en las normas y valores establecidos socialmente, llevados a un extremo compulsivo.
Un abrazo,
JM