Diálogo durante el día de ayer al hilo de la publicación de mi vídeo sobre Construccionismo...
Cesar:
- Escuchando las reflexiones de mi amigo Josep Segui Dolz se me ocurren
algunas preguntas (no necesariamente dirigidas hacia él): ¿Cómo sería
ser construccionista en la vida cotidiana? ¿Se puede serlo? ¿Se debe
serlo? ¿Qué pasaría en el día a día y en las relaciones con los demás,
si se actúa construccionistamente? ¿El construccionismo es solo para la
academia? ¿Qué puede hacer un construccionista si se topa con un "falso
construccionista"? ¿Lo denuncia? ¿Lo tolera? ¿Le aplica el
construccionismo? ¿Tiene el construccionismo, aunque sea en esbozo, un
proyecto social? ¿Y uno político? ¿Se puede detectar a un
construccionista por su conducta y actitudes, sin que tenga que
revelarse como tal? ¿Qué detalles serian reveladores? ¿Puede aburrir el
construccionismo? ¿Por qué razón pasaría eso? ¿Debe el construccionista
ser coherente con el construccionismo o eso es negar al
construccionismo?
Tengo más preguntas, pero me cansé.
Pedro:
- Me habría parecido entender que uno no puede "ser" construccionista,
porque ello iría justo en contra de los aportes o posturas
construccionistas. A mi se me ocurrió una pregunta respecto a ello,
bastante enredada para mí con respecto a si la Hipnosis o el
"inconsciente" podría tener una mirada socioconstruccionista, por eso se
la comenté a Josep Segui Dolz. Aunque me honró bastante su respuesta,
me sentí con muchas más preguntas. Lo comento porque creo que es un buen
punto el hecho de aplicar el construccionismo en la realidad y en todas
las prácticas. ¿En las empresas? ¿En en el ámbito deportivo? Creo que
siempre habrá mucho pan por rebanar, pero es genial
Luis:
- Son muchas preguntas Cesar, que llevan a muchas respuestas por ende
(aunque no haya que responderlas todas necesariamente). En principio, no
me gusta eso de "ser" construccionista (ó sistémico, existencial,
psicoanalista ó junguiano), porque creo que al definir, cierra. En todo
caso, sería tal vez acercarse a las realidades cotidianas con una mirada
construccionista tal vez -y me hago cargo de esto que escribo-;
seguramente se puede, no sé si se debería, ésto tiene que ver más con un
imperativo de tipo moral, que no sé si aplica en esta situación, ya que
el poder hacerlo es una decisión personal. Y creo que si en el día a
día, en los vínculos que establecemos, actuamos construccionistamente,
podemos acercarnos a las demás personas entendiendo más su contexto, las
diferencias, la diversidad, es decir: con una posición de más amplitud.
Y no creo que el CS sea solo para la academia: si bien podemos aprender
acerca de ello, discutir e intercambiar en ámbitos académicos, sus
aplicaciones (terapia, docencia, intervenciones socio-comunitarias,
etc.) creo que trascienden largamente las paredes de los claustros. Dejo
aquí por hoy, que van a llegar consultantes y de éso vivo también...
Saludos!
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