Diseño: Sara Olivé |
Sara Olivé, en su último diseño para el curso sobre Construccionismo social que empezaremos en marzo (por cierto, aquí la información), hace un excelente ejercicio de desconstrucción lingüística y visual. Efectivamente, deja intactas las letras "CONSTRUCCION" y hace caer o volar o lo que sea "ISMO"...
Hay muchas personas a las que no nos gustan las etiquetas, los "ISMOS". Sin embargo, los usamos continuamente, a veces incluso sin intención (sin ser conscientes en términos de la psicología clásica). Este que esto escribe, por ejemplo, dice que no es construccionISTA; pero que se adhiere -por ahora- a la mirada del ConstruccionISMO. Y así: CapitalISMO, MarxISMO, CognitivISMO,... En fin, mil cosas...
Esto viene a cuento por una reflexión sobre los conceptos de PostmoderniDAD y PostmodernISMO, que tanto fastidian a bastantes personas, a muchas. ¿Son lo mismo?
En mi opinión, no. Creo que la palabra "PostmoderniDAD" hace referencia a un período más o menos histórico, justo este en el que estamos viviendo. "PostmodernISMO" tendría más que ver con un movimiento, incluso ideológico, si se quiere.
Durante la PostmoderniDAD -aproximadamente desde los años ochenta del siglo pasado- estamos asistiendo -y seguramente participando en- a un derrumbe brutal de las viejas verdades absolutas de la ModerniDAD. El RelativISMO entra en todo, y todo lo que antes creíamos cierto -la ciencia, la religión, las cosas del espíritu, la familia, el género sexual, la identidad, la comunidad, la política,...- se tambalea peligrosamente (según algunas/os lo de "peligrosamente"). Pero resulta curioso que este PostmodernISMO relativISTA convive con las grandes verdades modernISTAS. Seguramente la PostmoderniDAD no ha culminado esa revolución paradigmática a que el PostmodernISMO aspira y aún seguimos necesitando de algunas verdades a las que, más o menos, aferrarnos.
Efectivamente, como comentamos con nuestros estudiantes y colegas, los humanos parecemos precisar siempre de algo a que aferrarnos; algunas referencias, siquiera sean locales y contingentes, pero referencias al fin. Necesitamos creer en algo, muchas veces en algo invisible, cuando creer incluso en lo visible es bastante complicado.
En esta PostmodernIDAD, unas veces amable e ilustrada; otras salvaje y cruel, el EscepticISMO y -repito- el RelativISMO campan a sus anchas y muchas y muchos nos sentimos a gusto con las herramientas que nos proporcionan para cuestionar todo, incluso los propios cuestionamientos que nos hacemos día a día.
¿Quiere esto decir que "vale todo"?
Dejo a gusto del lector o la lectora tomar partido o no por el "todo vale". Yo creo que no vale todo, pero hoy sólo quería marcar esa diferencia conceptual entre ISMO y AD.
¡Saludos!!!
Josep
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Foto: producción propia. Deriva urbana por La Habana, Cuba. 2013. |
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