Auto
El auto de la estima
no es ni tan sana
ni tan aquello que llaman,
a ciencia cierta, medida.
Prefiere ser mutualizado,
encontrado en las relaciones
y no en las académicas felaciones
que lo mantienen escolarizado.
Descuelga vulgarmente
el teléfono inminente
del espacio dialógico;
y piensa en incluir,
de corredera, abrir,
la puerta de lo ilógico.
Estima
Estima es de fiestas
acompañadas. No cesa
el preguntarse por qué besa
siempre al mismo aguafiestas.
Es promiscua.
Saca su melancolía a pasear
con aquél que se deja manosear
por su mutualidad ubicua.
No añora, escucha;
sabe cómo darse una ducha
de fresca diversidad.
Aboga por hacer público
lo que siente: súbito
manojo de contagiosa electricidad.
Llámenme…
Mutuaestima,
diversiestima,
multiestima,
poliestima…
Como quieran,
pero divórcienme de la reducción.
Pedro de León
Es un término que me irrita, pero convertido en poema no me disgusta
ResponderEliminarGrande Pedro!
ResponderEliminarEn nombre del construccionismo social yo amparado como psicologo y educador social te divorcio de la reducción. Quedas libre de toda cosificación.
ResponderEliminarQue surta efecto a partir de este momento con carácter permanente y retroactivo.