02 marzo 2012

Una de conflictos

(Foto: producción propia)

Pues nada, que iba anteayer derivando de nuevo por la urbe y me encontré con lo que ya es habitual y cotidiano (ver foto) últimamente. Y va y pensé de parte de quien estoy en este tipo de conflictos. ¿En la de la sede del partido político fuertemente custodiado por la policía? ¿O en la otra? Lo tengo clarísimo, vaya. Seguramente es una de las pocas cosas que tengo claras en esta vida.

Entonces pensé que últimamente nos hemos puesto un poco filosóficas/os con eso de la conciencia y el inconsciente. Y me pregunté si sirve para algo ponerse así. Y ví que sí. Ví que en psicología de vez en cuando hemos de filosofar -el arte de crear conceptos nuevos-. Pero también de practicar; de pasar a la acción en base a esos conceptos. Y -claro, el ambiente lo lleva implícito- más que en terapia, pensé en conflictos.

¿Qué tiene que ver la concienca -y la consciencia- con la gestión(*) de conflictos? Pues mucho. Alguien de orientación más tradicional que la mía dirá que hay que ser empáticos, es decir, saber ponerse en el lugar del otro, en su conciencia. Pues no. No creo en la empatía. Simplemente es imposible ponerse en la conciencia del otro, sea en terapia o en conflictología. O en lo que sea. Y lo es porque, precisamente, la conciencia (como algo interno) no existe. Así, ¿cómo hago para ponerme en el lugar del otro? ¿Cómo entro en su interior? ¿??? Pues no entro. Pero entonces, si no soy capaz de hacerlo, no seré un buen gestor de conflictos, ¿no?

Bueno, pues creo que hay formas diferentes de pensar/actuar. En mi opinión -y en esto sigo algo de lo que he aprendido últimamente de Ken Gergen- lo importante no es ponerse en el lugar del otro, sino a su lado. Y eso, a diferencia de lo que se aconseja en los métodos tradicionales de mediación, supone tomar partido. Y, además, sirve para todo en psicología: gestión de conflictos, sí; pero también terapia, intervención comunitaria, organizacional, investigación,... Tomar partido, coger al otro de la mano y acompañarle en su manera de gestionar el proceso por el que está pasando, adoptando una postura no experta ni directiva, sino dialogante y colaborativa. Generativa, de acuerdo con Dora Fried. Buscar siempre -y ahora sigo a Marcelo Pakman- lo insólito, lo nuevo, lo poético. ¿Cómo se hace esto?

Pues haciéndolo...

(*) Hasta no hace mucho utilizaba la expresión "resolución de conflictos", quizá por tradición académica. Nunca ha usado la de mediación. No me gusta nada estar en medio. Desde octubre pasado más o menos, ya siempre hablo de gestión. Y aprendí esa palabra de mis amigas Marta Uxó y Mónica Contreras, expertas en la cuestión y con quienes Sara y yo venimos colaborando últimamente (de hecho en junio presentaremos, como sabéis, una ponencia/taller juntas/o en Barcelona, en la Conferencia de psicología comunitaria). Efectivamente, la palabra "resolución" implica eso, buscar una solución. Y para eso ya hay otras cosas: la negociación, la mediación, los tribunales, las porras(**). En cambio el concepto "gestión" me parece algo más dinámico; algo en lo que los objetivos no son nítidos, sino que se van configurando en el propio proceso. Es una manera de actuar más abierta, más al lado del otro, sin imponer nada. Me gusta...

(**) Sí, que nadie se sorprenda. Las porras también son una forma de resolver conflictos. Si, por ejemplo, el conflicto es que un grupo de estudiantes cortan la calle para protestar por los recortes en educación, pues va la policía, los aporrea y conflicto resolucionado...

7 comentarios:

  1. Me ha gustado el artículo, ya no me esfuerzo más en la empatía!! y pensar que el año pasado me examinaban la empatía y la convivencia en la universidad... entre otras actitudes

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  2. ¡Muchas gracias, María del Carmen!!!

    ¿Cómo se examina la empatía? Uf!!!

    ;)

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  3. Hola, soy Director de una Comunidad Terapéutica Psiquiàtrica y el fenómeno de la empatía se complica enormemente en este terreno, por supuesto que lo referente a la Inter subjetividad para nosotros solo tiene un camino a seguir y es el de la propia conciencia, de tal manera que si no tomamos en serio el trabajo en nosotros mismos y en lo que se nos mueve poco podremos hacer en el otro. Atrapado inconscientemente en el conflicto mis posibilidades de ofrecer una solución medianamente sana se reducen. Puedo cambiar al mundo, cambiando yo mismo. Saludos www.centrodelbosque.com.mx

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  4. La palabra gestión viene del latín gestio, gestionis, compuesta de gestus (hecho concluido), participio del verbo grerere (hacer, gestionar, llevar a cabo) y el sufijo –tio (-ción = acción y efecto)
    Del verbo gerere nos llega también: gerente, gerundio, beligerante, digerir, sugerir.
    Del participio gestus, tenemos gesto, gestar, digesto, congestión, indigestión, sugestión, etc.

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  5. Fuente: http://etimologias.dechile.net/?gestio.n

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  6. "como Rogers (1951) pensaba, la empatía implica adoptar el marco de referencia interno del cliente para desde ahí poder entender y comunicar algo de esa comprensión al cliente.
    La empatia lo que provee, entre otras cosas, es un “espacio
    psicológicamente seguro” libre de amenazas al si mismo, en donde se facilita que las experiencias negadas o distorsionadas puedan poco a poco irse integrando al autoconcepto de la persona (Brazier, 1993).
    PROACTIVIDAD Y PSICOTERAPIA: UNA VISION NARRATIVA/CENTRADA EN LA PERSONA. Javier Armenta Mejia
    Publicado en esta misma web

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  7. ¡Muchísimas gracias, Sergio y Mone, por vuestros comentarios y aportaciones!!!

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"What is Matter? Never Mind! What is Mind? No Matter!"

Calambur citado en Toulmin, Stephen (1990), Cosmópolis. Els transfondo de la modernidad. Barcelona: Península. Pág. 207.

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