Por qué no soy un construccionista social
Por Kenneth Gergen
"Este es el último de los tres comentarios sobre los diálogos recientes sobre la construcción social, su significado y las vinculaciones posibles. Mis comentarios son en respuesta a la pregunta frecuente de si la persona X es o no una construcción social. Para algunos de nosotros, la pregunta es en términos de si uno es un "empirista" o "construccionista", "realista" o "construccionista", o "constructivista” o “construccionista". Mi preocupación especial en estos momentos radica en la implicación de que el construccionismo es un sistema de creencias - un conjunto de ideas que son verdaderas o falsas, buenas o malas, o en las que uno debe o no debe poner su fe. En mi opinión, abordar el construccionismo desde esta tradición tiene consecuencias dramáticas. Las ideas construccionistas cuestionan la suposición de que las palabras pueden hacer un mapa del mundo con precisión u objetivamente. Por lo tanto, no tiene mucho sentido preguntarse si una teoría científica, una enseñanza religiosa, o un sistema de ideas - incluyendo el construccionismo social - es fundamental o universalmente VERDADERO o FALSO. Sí, hay verdades locales, los acuerdos de varios grupos de personas en diversas situaciones. (Sólo si estamos de acuerdo, se puede decir que Ken Gergen es el autor de estas palabras.)
Como las ideas construccionistas sugieren, en lugar de preguntar por la verdad última, las preguntas importantes se refieren a las implicaciones para nuestras vidas juntos. ¿Cómo funciona un determinado conjunto de ideas para contribuir al bienestar humano; cuáles son sus ventajas y desventajas; lo conducen a una mayor libertad o dominación; sostienen el planeta, o lo destruyen; y así sucesivamente. Estas son, evidentemente, las cuestiones de valor; las mejores. Mientras hablamos juntos sobre el mundo estamos creando nuestro futuro. Si es así, ¿qué futuro deseamos para el mundo? De la misma manera, no tienes que preguntar si un aria de ópera es verdadera o falsa, aunque sí puedes preguntar acerca de cómo el aria se desempeña en los asuntos humanos. Pero no tendría mucho sentido preguntar si soy "Wagneriano" o "Verdista." Tampoco tiene sentido decir que "soy un construccionista" en el supuesto de que acepto estas ideas como creencias fundamentales. Tampoco soy un empirista, realista, constructivista, cristiano o musulmán. Más bien, soy capaz de participar en todas estas formas diferentes de entender el mundo - y más - sin tener que preguntar si son VERDADERAS. Esto no es poca cosa. Para mí, una de las consecuencias maravillosas de las ideas construccionistas es que cuando las aplico, se abren los más ricos mundos de posibilidades - sin luchar en la zona alta de la Verdad."
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