He tenido acceso a una interesante entrevista a Michael White (aquí, por cortesía del psicólogo y profesor Carles Panadés, del Centro Noos de Psicoterapia y Kine Terapia Familiar y de Pareja), terapeuta narrativo que muy bien puede considerarse adscrito a la orientación socioconstruccionista. Dentro del curso que os comenté el otro día sobre Terapia Breve he realizado un pequeño comentario sobre el texto que espero os resulte interesante.
¡Saludos!!!
Conocí la obra de Michael White “de segunda mano”. Nunca he leído directamente un libro suyo, pero hace aproximadamente un año tuve acceso a un artículo de Sara Olivé (que próximamente publicaremos por aquí; Sara es buena conocedora de la obra de White) sobre el terapeuta. Mi orientación construccionista como psicólogo social me hace sentirme cómodo entre las propuestas del australiano fallecido recientemente. No en vano es miembro de honor del Taos Institute (presidido por Kenneth J. Gergen). En el último newsletter del instituto, http://www.taosinstitute.net/resources/taosnews200901.pdf, se le dedican unas líneas.
Dada mi orientación me resulta del máximo interés todo lo relacionado con la “vida como relato o narrativa”. Como investigador social mi punto analítico de partida es, precisamente, cómo los seres humanos interpretamos y atribuimos significados. Esto no se hace en un contexto independiente de los sistemas de valores, la cultura, las instituciones y la política. Tampoco es ajeno a las emociones, auténtico sustento de la vida social.
Me ha resultado muy atractiva y desafiante la idea de poner en duda algunos de los supuestos dominantes del relato cultural occidental individualista: la seguridad en uno mismo, la autonomía, la realización personal. Esta atracción y desafío sientan las bases de futuras reflexiones y discusiones con mis colegas. Lo “correcto” es ser seguro, autónomo y sentirse realizado como persona. Pero ¿qué quiere decir todo esto en nuestro entorno en concreto? Seguiremos discutiendo al respecto…
En la entrevista encuentro alguna pequeña contradicción en el apartado en que White habla de la “diversidad”. Una lectura con más calma muestra, sin embargo, una gran coherencia en su discurso. Por un lado, creo que la emergencia de las TIC sí posibilita la diversidad. Permite, efectivamente, no sólo el acceso a nuevas experiencias del yo, sino a redes de acción teórica, pragmática y política basadas en el desafío a los “grandes conceptos” tradicionales. Por otro entiendo que cuando el australiano habla de la construcción de un yo transcultural monolítico no lo está dando por hecho, sino más bien alertando de los peligros de que esto suceda. Es una alerta sobre la posible macdonalización (término habitual en ciencias sociales) del universo. Macdonalización y transculturalidad monolítica que, efectivamente, tienen un contraste empírico en los tiempos que corren, pero que encuentran contestación activa en grupos antisistema que las desafían: movimientos feministas (o post-feministas), gays, anti-guerra, anti-Davos, neo-marxistas, adscritos a las teorías queer y similares.
En cuanto a la orientación terapéutica de White, nada que objetar. Destaco básicamente la propuesta de trabajar en relatos alternativos a los dominantes y en formas de acción política a “nivel local”. Encuentro muchos puntos en común con el Socioconstruccionismo y
A mi me resultó muy interesante la lectura de uno de sus libros, el único que de momento ha caido en mis manos, mejor dicho me atrapó desde una estanteria, "El enfoque narrativo en la experiencia de los terapeutas".
ResponderEliminarYa sabes Pepet de mi interés por estos temas, y no me defraudó.
Propone maneras de reescribir tu vida, mediante la translación de voces del pasado de personas significativas de las que has olvidado que decian, al haberlas ido enterrando debajo de otras.
Y lo que me pareció más interesante es que es una propuesta para los terapeutas, desmitificando aquello de la estabilidad necesaria para ser un buen terapeuta. Quizás sea más útil perderla para recuperar otra manera de narrarnos, y usar el método para que otros puedan hacerlo?
Cuanto de nosotros no es un cuento de calleja? y si es asi porque no podemos volver a contarnoslo una y otra vez hasta que nos sintamos, peligroso palabro, más cómodos con el personaje que creemos ayudados por aquellos que creen en nosotros?
Creeis que acostumbramos a dar más credibilidad a quien nos pone en duda que a quien confia? y si es así porque?
Descubrir y describir esa es la propuesta, que os parece?
Cuando tenga un tiempito, me gustaría citar sólo un par de palabras del artículo de Harlene Anderson y de la entrevista al Profesor Ken, que también aparecen en el boletín.
ResponderEliminarEl problema es que quién sabe cuándo podré tener ese tiempito =S
Inquietante tu pregunta Mone: "¿Creeis que acostumbramos a dar más credibilidad a quien nos pone en duda que a quien confia? y si es así porque?" Uffffffffff. Probablemente es una buena forma de poner en duda la famosa individualidad occidental. Inquietante, sin duda...
ResponderEliminarMás: "¿Descubrir y describir esa es la propuesta, que os parece?". Eso, ¿qué os parece?
Gràcies Mone!!!
Pepet
Aquí os dejo esto que he estado leyendo por internet: ¿Donde queda la familia en la terapia familiar narrativa? --> http://espanol.geocities.com/aguilera99/volumen32.htm
ResponderEliminarNo estoy muy puesta en terapia narrativa, pero aquí el autor realiza mogollón de críticas hacia ella y también hacia Michel White!
Ains, Minuchin, Minuchin!!!
ResponderEliminarNo soy especialista en estas cosas ni mucho menos, eh? Pero creo recordar que hace algunos años estudié algo del famoso terapeuta familiar y algunos debates duros que mantuvo en alguna revista científica sobre terapia. Escribí algo al respecto. Lo buscaré.
El caso es que el artículo me ha gustado. Hace un buen resumen (o, al menos los cita) de Gergen, Anderson, Brunner; alguna referencia indirecta a Foucault (indirecta, curioso) y... termina con una falacia. ¿Dónde está la falacia? Dejo la pregunta abierta, que no lo voy a hacer todo yo sólo, caramba!!!
El problema es que cuando uno se cree en posesión de la Verdad absoluta y la ve tambalear... uis! Y ¿qué Verdad absoluta puede esconder la Terapia familiar basada en el concepto tradicional de familia cuando este ya ha desaparecido definitivamente? ¿O no?
Ojo! Con todos mis respetos y desde un punto de vista epistemológico, por supuesto.
¡Saludos!!!
Y muchísimas gracias por el artículo, Esther!!!
Josep
Yo tampoco soy una entendida en esto ni mucho menos, asi q no se hasta q punto tiene razón Minuchin cuando afirma q desde el construccionismo social se prioriza la cultura, olvidando a la familia...
ResponderEliminarParece q en definitiva lo q qiere decir es q a nivel teórico la terapia narrativa podrá estar muy bien, pero q no resulta ser del todo efectiva al aplicarla en el ejercicio profesional
Como invitación a los psicólogos posmodernos, socioconstruccionistas, constructivistas sociales, terapeutas colaborativos y terapeutas narrativos, me parece positivo el texto de casi once años de edad. Entonces creo que no está mal ponderar sobre las siguientes invitaciones: no perder las relaciones como tal en el espacio terapeútico si ese es nuestro fundamento, reconocer la variedad de formas relacionales incluyendo las formas llamadas familiares, no perder los dilemas microsociales entre asuntos macrosociales, asumir nuestros efectos sociales sobre los consultantes como los sujetos políticos que también somos... éstas entre tal vez tras invitaciones más.
ResponderEliminarNuestra reflexión sobre estas cuestiones pueda que nos ayude como psicólogos posmodernos, socioconstruccionistas, constructivistas sociales, terapeutas colaborativos o terapeutas narrativos. Así lo tomo :)