Hace ya un tiempo, durante el taller/debate sobre Socioconstruccionismo el día ocho de octubre en la UOC, Mone me preguntó sobre si creía en el inconsciente. Le dije directamente que no y, en la vorágine del debate, no me dió tiempo a argumentar mi descreimiento. Bueno, pues más o menos lo hago ahora, que no me gusta ir dejando argumentos pendientes por esta vida...
Desde luego no estamos hablando del "subconsciente" psicoanalítico, que eso sería otra cosa. En la que tampoco creo, por cierto...
Supongo que el inconsciente tiene que ver con la consciencia y también con la conciencia. Sobre esta última "los hechos supuestamente propios de la conciencia no existen" (cit. en Leahey, 2004, pág. 347) de acuerdo con el conductismo radical de principios del siglo pasado. En este sentido, no creo (y creer es una cuestión de fe, lo reconozco) que exista una conciencia interior independiente de la conciencia exterior. O sea, no seríamos conscientes de las cositas y las cosas, de los procesos, de los coches, la televisión, o los huevos fritos (ver foto de mi camiseta el día del taller/debate) si no dialogáramos sobre ellos con el "otro generalizado" (Mead, 1934). George Herbert Mead, como sabéis, va un poco más allá del conductismo puro y duro. Algunas/os dicen que lo suyo es el "conductismo social" y que es un poco como el predecesor del "interaccionismo simbólico".
Bueno, es que últimamente me estoy poniendo bastante con el conductismo porque ahora se debate sobre el de tercera generación. Pues habrá que ver los orígenes, ¿no? Y más cuando se intenta superar el de segunda generación, o sea y si no me equivoco, el "cognitivismo-conductual". Lo tenemos crudo con eso.
A veces dialogo con Sara sobre eso de lo interior y lo exterior. Con un excelente criterio me dice que si hablo de lo exterior estoy dando por supuesto que existe un interior. Touché!!! Me defiendo diciendo que bueno, que no es exactamente eso y tal. Pero el argumento de Sara es tan potente y elegante que me deja tocado, como digo. Lo que pasa es que vivimos en una tradición cartesiana que, aunque no queramos, nos traiciona y seguimos conceptualizando muchas veces las cosas por oposición. Lo asumo e intento no hablar de lo exterior como opuesto a lo interior. Así, simplemente -y repitiendo a los conductistas radicales- lo interior no existe y sólo existe lo social y colectivo.
No hay conciencia si no es social y compartida. Y no hay consciencia si no es hablada, simbolizada.
La tradición cartesiana y también la cognitiva presupone un interior lleno de mecanismos pseudobiológicos: esquemas, creencias, valores y todo eso que son los que conforman nuestra personalidad; nuestro Self. No puedo negar que dentro de nuestra piel hay máquinas muy especializadas y complejas, como nuestro cerebro, por ejemplo. Haberlas, haylas. Otra cosa es el significado que damos a esas máquinas, su funcionamiento, sus procesos. Y el construccionismo social se ocupa de esos significados; no somos biólogos.
Entonces, somos conscientes de las cosas en tanto en cuanto las compartimos con los otros -que son nosotros-, incluyendo sujetos, objetos, artefactos, símbolos y dispositivos. No creo en una consciencia -ni en una conciencia- subjetiva. La subjetividad es el proceso de objetivizarnos -hacernos objetos- con y ante los demás. Ni más ni menos. Me permito -perdón- ser así de tajante.
¡Saludos!
Referencias:
Leahey, Thomas H. (2004). Historia de la psicología. Madrid: Pearson.
Mead, George Herbert (1934). Mind, Self, and Society. Chicago: University of Chicago Press.
"No hay conciencia si no es social y compartida. Y no hay consciencia si no es hablada, simbolizada."La conciencia siempre evoca símbolos. Y cuando toco la guitarra hago muchos movimientos que son inconscientes (movimientos automatizados, afianzando relaciones sinápticas), y también están en este mundo que percibimos. Josep, si no hablo con nadie más que conmigo mismo sobre lo que pasa por mi conciencia ... donde está el entramado social? Yo hablando conmigo mismo? Entonces no somos uno, somos muchos, ¿no? Creo que voy a fumar algo a ver si me acaba de entrar.
ResponderEliminarMe resultan muy interesante los temas que tocan lo obvio. Lo obvio podría ser, dar por senado que existe el inconsciente. Cuando tocamos lo obvio, lo naturalizado, lo dado por sentado, entramos en crisis. Touche.
ResponderEliminarTambién es obvio que no hay sólo un manera de pensar cartesiana, podemos pensar dialécticamente: es decir procesos contradictorios que conforman una unidad de contrarios: existe uno y existe su contrario. Existe el proceso de internalización (subjetivación) y su proceso contrario, ambos propios del sujeto. Proceso de internalización, que en el proceso de maduración va tornándose insconsciente, no podemos recuperar ese proceso, si en forma de producots, de efectos, de símbolos, signos, conducta.
J,M. Servalós: Entiendo lo que dice Josep, aunque no lo comparto todo. Somos animales que traemos de serie un mecanismo socializador, aunque desde pequeños nos hubieran aislado, habríamos hablado -articulado sonidos- hasta con las piedras, luego la capacidad de crear símbolos ya viene "hardcodeada" de fábrica.
ResponderEliminarOtra cosa esencialmente distinta es el tipo de consciencia que generamos (que construimos) al interactuar con nuestros semejantes.
Quizás lo inconsciente (aquello que no es consciente) no debiera existir como elemento opuesto al consciente, pero sí que hay un conjunto de procesos que se escapan a lo que se nos es conocido por nosotros mismos (llamemos a esto último consciencia) y que no debemos menospreciar a la hora de observar a un humano.
Creo, también, que muchas veces remplazamos las realidades por sus símbolos –palabras- y debatimos y construimos razonamientos en base a estos últimos en lugar de trabajar con las primeras. Hablamos de consciente e inconsciente quizás olvidando que no son entidades cerradas y completas, solo son una manera fácil de transmitir la idea de un conjunto de procesos conocidos y no conocidos respectivamente por el sujeto.
Y para ser mi segunda o tercera intervención en años, no está mal! perdonadme por el rollo y por las estupideces que pueda haber dicho, pues vengo de ciencias y la psicología, aunque he hecho algunas asignaturas en la universidad, me queda un poco lejos.
Saludos,
alex
En general estoy bastante de acuerdo con la visión socioconstruccionista, pero no puedo evitar arrugar la nariz cuando leo cosas como por ejemplo "Mone me preguntó sobre si creía en el inconsciente. Le dije directamente que no (...)" Josep no cree en el inconsciente. No crees en este ni aceptando su formación social? Creo que nos confundimos muchas veces cuando decimos que tal cosa o tal otra no existe, que en realidad es solo un constructo social. Falso. Lo que no tiene es esencia, pero aunque sea como símbolo existe.
ResponderEliminarYo tampoco soy psicólogo, de hecho actualmente ya no soy ni estudiante, pero el tema siempre me ha interesado y solo intento comprenderlo mejor. Es por eso que mis mensajes estan llenos de preguntas, aunque a veces puedan parecer retóricas :)
No es el interés disuctir con Josep, quien habrá arribado a esta conclusión y de la cual estará convencido, como consecuencia de su trayectoria. Yo tampoco creo que exista EL inconsciente, como lugar, es una categoría discursiva, como decir, la mente, el alma, lo que existe es LO inconsciente, fenómenos históricos que no acceden al exterior fácilmente. En una conducta cualquiera habrá aspectos conscientes e inconscientes pero como en la cinta de Môebius donde comienza uno y termina el otro. Hay procesos de internalización (del mudo externo hacia el Mundo Interno) y también existe el movimiento contrario, dos movimientos, que nos permiten se productores y producidos. Ambos son muy eficaces portadores entre otros del constructo social. Pero dicha construcción no solo es el resultado del orden simbólico, sino del orden material, de las condiciones concretas de vida, internalizadas históricamente y que ahora son inconscientes. Lo inconsciente es otro sistema de lectura de la realidad, del tipo analógico que convive en unidad con el sistema consciente, digital. Lo inconsciente no es mas profundo, lo inconsciente es otra forma de interacción con la realidad.
ResponderEliminar¡Enhorabuena por preguntarnos por lo dado por hecho!Leo algunos comentarios y coincido con ellos. Al leer la entrada me hice la misma pregunta que le hicieron a Josep, creo que yo hubiese contestado "depende", tal vez (no conocemos la discusión in extenso) por el contexto de lo que discutían él dijo que no (¿radicalmente?). Creo que la cuestión comienza cuando nos preguntamos por lo que entendemos por "existencia", sí lo entendemos como algo que denota un lugar-espacio físico-material tal vez la respuesta "no" sería mi favorita. Pero si por existencia entendemos también aquellos lugares simbólicos-discursivos mi respuesta favorita sería "sí". Independientemente de sus orígenes (presumiblemente psicoanalíticos)la idea de inconsciente está presente y permeando nuestra habla cotidiana. Lo que me parece interesante es como está idea de inconsciente nos mueve de la idea de lo individual (como un ente definido y cerrado-construido por si mismo) trayendo a colación la influencia de ese otro (objeto-cosa-dispositivo-persona) que se cuela e influye en el sí mismo, y sin que éste se de cuenta (¡vaya bribón!. En fin, que regreso a mi argumento inicial de que a veces creeré en lo inconsciente, pero a veces no.
ResponderEliminarSaludos a todos y gracias por traer estas discusiones!
Paola.
Dadas las muchas ideas que me vienen a la “conciencia” en base a vuestros interesantísimos comentarios, si me lo permitís voy a escribir en una entrada aparte, ¿sí?
ResponderEliminarGracias!!!
:)
Bien por Sara!! Tienes la valiosa habilidad de decir que el rey va desnudo...
ResponderEliminarPor otro lado estoy de acuerdo con Alex y Javier, cuando señalan LO inconsciente como aquello de lo que costaria afirmar que no existe, so pena de negar que existen comportamientos automáticos y una memoria implícita que nos permite conducir mientras fumamos o hablamos o ... sin casi peligro, por poner un ejemplo tonto. Es más si intentamos bajar una escalera tomando conciencia de cada peldaño, y queriendo mandar a nuestros músculos uno a uno que se muevan coordinadamente, probablemente acabaremos en el suelo. Sin olvidar todo aquello que una vez internalizado, tal como apunta Javier, a ver quien es el guapo que es capaz de afirmar que usa con conciencia. También me gustaria señalar mi acuerdo con JM en relación a que consciente y inconsciente son constructos, y como tales arbitrarios en su definición, casi tanto o más que en su génesis. Y por cierto, quien ha dicho que el inconsciente no sea social ni compartido?? Uno que afirma ser como el traductor oficial del padre del psicoanálisis, osease Lacan, define al inconsciente a partir del lenguaje, y que hay más social que esa extraña habilidad que tenemos los humanos que nos expulsa de lo Real, matando la cosa? ;-)
En conclusión, para mi el consciente seria aquello que "voluntariamente" podemos gestionar, y lo que no inconsciente, o subconsciente, o superyo, o ello, o....
Y ahora viene la siguiente pregunta, que quie desi voluntariamente??
Mone: no puedo negar ese proceso de "priming" a que me refería el otro día y que configura esa especie de "memoria implícita" a que tú te refieres. Eso, sin embargo, no nos diferencia de otros animales. Aunque en nuestro caso parece que es más complejo. No es creible que un perro sea capaz de hacer algo tan complicadísimo como conducir un coche. Pero todo es fruto del aprendizaje social (Vigotski; gracias por ayudarme en estas ocasiones!!!).
ResponderEliminar¿Voluntariamente? Buena pregunta. Ültimamente estoy revisando a uno de mis miles de autores de cabecera, el Bruner (ver, por ejemplo, "Actos de significado. Más allá de la revolución cognitiva". Madrid: Alianza) y él habla de intenciones. ¿Es lo mismo voluntad que intención? No lo tengo muy claro...
Entre otras, sí, Sara tiene esa valiosa habilidad... Hace poco estábamos trabajando en una ponencia sobre el "anti-diagnóstico" que presentaremos, si no pasa nada, en un congreso de psicología clínica (¡que atrevidas/os somos!!!) y ante mis tremendas dudas sobre si no se diagnostica entonces, ¿qué hacemos las/os psicólogas/os? y desnudó al rey diciendo... "describir"... ¡Interesante!!!
Y también hace poco hablábamos de lo poco que sabemos las/os psicólogas/os. Pero no nosotras/os, sino nadie. No tenemos ni idea. Y menos en cuanto a clínica, terapia y todo eso. Ni idea!!! Pero bueno, vamos haciendo, ¿no?
Siempre me he negado (mis voluntades tengo) a estudiar a Lacan. Pero viniendo de tí en cuanto pueda me hago con "El seminaro" entero y me lo leo de cabo a rabo (otra cosa es que lo entienda, ¿eh?)
:)
excelente Bruner, ese libro fué uno de los que inició mi enamoramiento por la manera de mirar desde el SC. Lo tengo todo rayado!
ResponderEliminarNo existe el exterior, mas que por objetivación de una subjetividad que mira fuera de si mismo. No niego que existe una sociedad más alla de mis ojos, lo que niego es que pueda existir una percepción externa sin un proceso interno de subjetividad. ¿O acaso se puede mirar un árbol sin un ojo que mira? Sino hay ojo, tampoco hay árbol (para el que mira)
ResponderEliminar¡Muy interesante, Javier!!!
ResponderEliminarSólo una cuestión, si no hay alguien que defina con palabras (y las palabras están en el exterior) "ojo" y "árbol" de manera que estemos más o menos de acuerdo en lo que son, entonces no hay ni ojo ni árbol...
Las palabras escritas están en el exterior. En el interior, en lo privado, estan la subjetividad de esas palabras.
ResponderEliminarEn tu afirmación es evidente, la "palabra" y "significado" ojo y árbol no estará. Pero igualmente esas cosas existirán. El tema interesante es que no existirá el canal subjetivo para discriminar el ojo y el árbol, pero igualmente existira la forma, la percepción del ojo y el árbol. Solo será algo desconocido o ignorado. Para un animal no existen los conceptos. Para los humanos, estamos llegando a un punto que vivimos enajenados en edificios conceptuales y sin embargo tenemos un mamífero como sistema nervioso. Todavía no comprendemos ni dominamos la mente.
Somos "cyborgs" altamente peligrosos para uno mismo y para los demás.... Nuestros conceptos pueden dañarnos....!