¡Hola!
Una de mis mayores ilusiones los sábados cuando no estoy por ahí es ir al kiosko después de hacer la compra y llevarme a casa el periódico El País. Y leerlo, claro. Este día lleva el suplemento "Babelia", dedicado en general a la cultura y en particular a la literatura y algo al arte. Hoy se han salido. Simplemente se han salido del placer que genera el leer.
Si la entrevista a Héctor Abad Faciolince se sale por sí sola, el artículo de Muñoz Molina sobre el pintor Otto Dix genera una especie de éxtasis difícil de explicar. Pero además hay cosas sobre el poeta Gil de Biedma ("La palabra recuperada"; "Ninguna clase de sueños"), el centenario de la muerte de Tolstoi ("Sobre el amor y la muerte"), el músico Jorge Drexler ("El músico y el viaje") y reseñas de recientes publicaciones como Tilly y Wood, Los movimientos sociales, 1768-2008. Desde sus orígenes a Facebook. Barcelona: Crítica o Wittgenstein, Cuadernos de notas (1914-1916). Madrid: Síntesis.
De Faciolince (cuya obra no conocía, pero conoceré en breve, jejejejeje) me ha llamado la atención que es colombiano y por eso rindo homenaje a su través a las y los colegas de este blog de ese país. Y también me ha gustado su aprecio por Jorge Luis Borges, uno de mis ídolos literarios:
Aquí. Hoy
Ya somos el olvido que seremos.
El polvo elemental que nos ignora
y que fue el rojo Adán y que es ahora
todos los hombres, y que no veremos.
Ya somos en la tumba las dos fechas
del principio y el término. La caja,
la obscena corrupción y la mortaja,
los ritos de la muerte, y las endechas.
No soy el insensato que se aferra
al mágico sonido de su nombre.
Jorge Luis Borges
No os lo perdáis: Babelia. Hay muchas más cosas procesuales y socioconstruidas.
¡Saludos!!!
Jossep
Por cierto, la entrevista con Faciolince empieza en Lisboa. ¿Conocéis esa ciudad? No os la perdáis!!! Es lo más de lo más. No tiene nada que ver con Roma, París, Florencia, Milán o Barcelona (mi ciudad favorita para vivir y morir; después París; después Cádiz, La Caleta). Pero Lisboa es absolutamente increíble. Sus colores y aromas no existen; se reconstruyen en cada momento de acuerdo a cómo sopla el viento del Atlántico, esa especie de mar que nos une. Como en Cádiz.
ResponderEliminarMe encanta ser mediterrráneo como València y Barcelona. Me encanta ser atlántico como Lisboa y Cádiz.
Me encanta todo. Pero no os perdàis Lisboa....
Josep