¡Hola!
Voy volviendo. Me emociona ver que a pesar de mi ausencia por diversos motivos el blog continua. Muchas gracias a las y los que os habeis implicado en este pequeño espacio de la red relacional.
Poco a poco voy reincorporándome, intentando construir una vida, un discurso de vida, en el que cabe todo excepto la intolerancia. Un discurso de vida abierto, sincero y alegre. Sobre todo alegre, sincero y abierto.
Me gusta la palabra "gracias". Es una de las más bonitas del diccionario. Me gusta compartir con mi pareja cuando me da las gracias por abrirme y explicarle lo que siento; también lo que me preocupa. Me gusta darle las gracias cuando me cuida si el metro se queda parado en la oscuridad (tengo claustrofobia, bua).
Me gusta dar las gracias a mis amigas y amigos por estar ahí, por ser ellas y ellos; vosotras y vosotros.
Me gustan las gracias que todas y todos nos podemos hacer en el día a día, seguramente ajenos a las epistemologías y otros rollos macabeos que también nos gustan porque tenemos ganas de discutir y crear realidades nuevas en interacción con complicaciones que nos hacen ir un poco hacia adelante, aunque no sabemos qué es eso que hay delante.
Me gustan las complicaciones porque construyen complicidades.
No complicarse es ser intolerante; posesor de la Verdad. ¡Vade retro!
¡Gracias!
Josep
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A ti por ir volviendo
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